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Las decisiones que haces en la remodelación de tu hogar definen el resultado final. Ahora podrás crear un baño renovado, donde cada detalle refleja armonía y durabilidad. Las baldosas lucen impecables, el brillo del ambiente se mantiene intacto con el paso de los años y la humedad no deja rastro. La clave de este acabado impecable no solo está en la elección de las baldosas, sino en algo fundamental, pero muchas veces ignorado: la lechada para baños. Los maestros de obra saben que una lechada de baja calidad puede mancharse, desgastarse o incluso favorecer la aparición de hongos. Por eso, la elección correcta, como la lechada Corona, es el toque final que garantiza un resultado perfecto. Al combinarla con una llana de goma, logras un acabado uniforme y suave, elevando la estética de tu baño a otro nivel.
Aplicar la lechada para baños es más sencillo de lo que parece si sigues algunos pasos clave. Primero, asegúrate de que las juntas entre las baldosas estén limpias y secas. Luego, mezcla la lechada según las instrucciones hasta obtener una consistencia homogénea. Usando una llana de goma, extiende la lechada en diagonal sobre las juntas, presionando para rellenarlas completamente. Después de unos minutos, limpia el exceso con una esponja húmeda sin arrastrar demasiado el material. Finalmente, deja secar el tiempo recomendado y aplica un sellador para mayor protección. Este proceso no solo embellece tu baño, sino que también lo protege de la humedad y las filtraciones, asegurando que el esfuerzo y la inversión en tu remodelación valgan la pena por muchos años.
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Para evitar grietas, es clave preparar bien la superficie, aplicar la lechada para baños con una llana de goma y seguir las proporciones recomendadas al mezclarla. También se recomienda aplicar un sellador de juntas para mayor resistencia.
La lechada para baños no solo une las baldosas, sino que también protege contra la humedad, el moho y las manchas. Una lechada de calidad, como la lechada Corona, asegura mayor durabilidad y un acabado impecable.
Las herramientas básicas incluyen una llana de goma, un recipiente para mezclar, una esponja húmeda, guantes y, opcionalmente, un sellador de juntas para proteger el acabado final.