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Al tener un sanitario para discapacitados en tu baño, no solo creas un espacio seguro y accesible, sino que también proteges la libertad de quienes lo necesitan. Convertir tu baño en un espacio seguro, es un paso pequeño que tiene un impacto enorme.
Este tipo de sanitarios son diseñados para facilitar la ergonomía de las personas con movilidad reducida o adultos mayores, cuentan con mayor altura en la taza (aproximadamente 44 cm) para que rodillas y caderas no sufran; el usuario pueda sentarse y levantarse con facilidad. También se recomienda que el sanitario sea de cierre suave para prevenir caídas bruscas de la tapa y evitar golpearse con ella.
Escoger este tipo de sanitarios, no solo mejora la calidad de vida de quien lo utiliza, sino que también reduce preocupaciones para toda la familia, transformando cada día en una experiencia más tranquila y equilibrada.
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Los sanitarios para discapacitados deben contar con alturas adaptadas que faciliten sentarse y levantarse y deben complementarse con pisos de superficies antideslizantes para prevenir accidentes. Algunos modelos incluyen barras de apoyo integradas y sistemas de descarga accesibles para un uso más cómodo.
No necesariamente. Muchos sanitarios para discapacitados están diseñados para adaptarse a baños existentes con modificaciones mínimas. Es importante revisar las dimensiones y la distribución del espacio para garantizar una instalación adecuada.
Aunque no es obligatorio, se recomienda instalar barras de apoyo para aumentar la seguridad y facilitar el movimiento. Estas barras proporcionan un soporte adicional, especialmente al sentarse y levantarse, y son un complemento ideal para maximizar la accesibilidad del baño.